jueves, 19 de febrero de 2015

Fiestas de Sant Blai 2015. Las fiestas del cambio.



La evolución de los tiempos conlleva cambios en nuestras formas de vivir y pensar y hacen que  a diario nos replanteemos conceptos y situaciones que antaño considerábamos inamovibles.

La fiesta, como aspecto de la vida que es, no esta exenta de dichos cambios.
Ante la inquietud surgida entre un importante sector de la población, empresas y entidades que visto el panorama económico y laboral actual solicitaban que las fiestas se celebrasen en fin de semana, se consiguió, tras no pocos debates y polémicas que el Ayuntamiento organizase una consulta ciudadana para conocer la opinión de vecinos y festeros al respecto.

El Domingo 21 de Septiembre de 2014 tuvo lugar dicha consulta en una jornada sin incidentes en la que los votantes expresamos nuestra opinión con tranquilidad y respeto demostrando así la madurez de la sociedad bocairentina que supo aceptar sin traumas los resultados.

Por mayoría los vecinos y festeros de Bocairent se mostraron a favor de que las fiestas de Sant Blai se celebrasen siempre haciendo coincidir el día de la entrada con sábado y el de Sant Blai en domingo.
El resultado fue ratificado por el ayuntamiento en pleno quedando fijadas las fechas de las fiestas de 2015 a celebrar entre el 6 y el 11 de Febrero siendo las primeras de la historia en celebrarse fuera de sus fechas tradicionales.

Ni que decir tiene que la incertidumbre ante el cambio nos preocupaba a todos, ya que se disponía de pocos meses para adaptar ciertos actos y prepararlo todo para que el cambio se realizase de forma natural y sin traumas, ya que al igual que una parte importante de la sociedad local lo demandaba, también eran muchas las personas no partidarias del mismo cuya sensibilidad y sentimiento cabía respetar y no herir dentro de lo posible.
Así y tras un esfuerzo conjunto de organización por parte de junta de fiestas , filaes y el propio ayuntamiento, llegamos al mes de enero de 2015 donde algunos  actos previos a la fiesta fueron ligeramente adaptados en sus fechas (Publicació y Acapte ) manteniéndose el novenario a Sant Blai en sus fechas tradicionales.

Hay que remarcar que como festero sentí cierta extrañeza cuando los días tradicionales fueron transcurriendo sin festejo alguno, aunque compensaba saber que el viernes 6 por la tarde iban a comenzar las fiestas con gran éxito de público y festeros que en muchos casos no hubiesen podido participar de las fiestas de haberse celebrado entre semana.

También es justo decir que la devoción del pueblo por su patrón no olvidó su celebración litúrgica en el día de su festividad , el martes 3 de Febrero, siendo multitud la cantidad de gente que abarrotó la iglesia parroquial en la misa vespertina para asistir a la bendición y acompañar a Sant Blai en su día.
 
Fue el natural preludio a los festejos  que tendrían lugar a partir del fin de semana siguiente.
Las previsiones meteorológicas para estas fiestas  eran verdaderamente inquietantes, si bien el tiempo del 1 al 6 de Febrero no había sido radiante, si había mantenido el tipo tanto en temperatura como en precipitaciones, sin embargo las previsiones de cara al fin de semana anunciaban una ola de frío intenso con temperaturas por debajo de cero y riesgo de grandes nevadas.

El riesgo de que la fiesta se viese trastocada en su estreno de fechas era grande aunque finalmente la fiesta se desarrolló con normalidad aun a costa de modificar algún acto de los días de Moros y Cristianos y del Santo Cristo.

A mi en especial me preocupaba especialmente el día de Sant Blai, tal vez debo reconocer que en esta ocasión por puro egoísmo, ya que este año correspondía sacar la Relíquia a la Filà de Contrabandistes y yo iba a ser uno de los festeros a los que les correspondía el honor de ser portador de la misma. Me preocupaba mucho que el mal tiempo diese al traste con una ilusión que llevaba años esperando y que para  la mayoría de las personas solo tiene lugar una vez en la vida.

Con estas incertidumbres y tras una semana previa a fiestas vacía de actos y que se me hizo eterna, el calendario marcó el 6 de Febrero y con el, dio inicio la fiesta.

Día de les Caixes (Viernes, 6 de Febrero)

Tras un día intenso en lo laboral dejando atendidos todos los asuntos que no podían esperar a mi vuelta ,empezamos a ver los primeros signos de que la fiesta había comenzado.

El puente de Sant Blai, en obras de rehabilitación desde Octubre había sido reabierto por unos días para recibir a los visitantes y lucía orgulloso los escudos de las 9 filaes.

En el tejado del maset de los Contrabandistas un amigo se afanaba por retirar la bandera que se instaló con motivo del 150 aniversario y que había sido destrozada por los fuertes vientos de días anteriores.

En la calle se veía movimiento, la gente entraba y salía atareada en diversas compras u ornamentando sus balcones para la fiesta que ya empezaba.

A las 19:30 puntual como un reloj el sargento de fiestas llamaba a las 9 “caixes” y pronunciaba el primer ¡VITOL al Patró Sant Blai!!.

Con mi mujer y mis dos hijas me uní a la comitiva “Farolets” en ristre y abrigados a tono con el intenso frío reinante.

Tras un breve recorrido, disfrutamos del castillo de fuegos artificiales desde el calor de nuestra casa junto a unos amigos y con gran premura nos dirigimos a cenar al Maset del Terç de Suavos. Este año nos correspondía desfilar en segunda posición y era necesario acudir pronto a la cena.

La cena transcurrió con gran ambiente entre la cuadrilla, el menú no demasiado abundante pero correcto y el desfile con gran ambiente festivo pese al frío y a lo temprano de la hora.

En la plaza había un conjunto musical preparado para actuar al finalizar el desfile de todas las filàes y a pesar de las bajas temperaturas consiguieron mantener al publico en los locales de ócio de los aledaños de la plaza.

Yo tras pasar un ameno rato conversando con mis amigos y otros conocidos en el maset decidí retirarme no muy tarde ya que al día siguiente nos esperaba una intensa jornada.

Día de L’Entrà (Sábado, 7 de Febrero)

Sorpresivamente nuestras hijas nos dejan descansar hasta una hora prudencial y así iniciamos el día frescos y preparados para la fiesta.

En pocos minutos la casa se convierte en un improvisado vestuario en el que nos organizamos para vestir a nuestras hijas y a nosotros mismos con el traje de Zuavos.

Sin prisa salimos a la calle en dirección a la plaza tratando de llegar a tiempo para realizar el pasacalles acompañando a la banda de Montixelvo y al banderín de nuestra filà.

No llegamos a entrar a la plaza puesto que interceptamos a la filà pasando por una calle cercana desde donde nos  incorporamos a la comitiva. Muchos zuavos van especialmente pertrechados para el frio luciendo guantes blancos de tejido polar en lugar de los oficiales y algunos incluso unas poco ortodoxas bufandas. El tremendo frío anda algo reñido con la uniformidad oficial.

Llegados al lugar donde se tira la mascletá decidimos volver hacia casa para evitar el miedo a los cohetes de nuestras hijas no sin antes estrenarnos en las “paraetas” comprando un par de globos a las niñas.

Tras acompañar a la familia a casa me reúno con los amigos de la cuadrilla para comer en el restaurante “El Cancell” donde disfrutamos de un apetitoso menú y de un espectacular ambiente festero ya que el local esta lleno de cuadrillas de festeros que comparten risas y bromas con el resto de comensales.
Tan bien estamos ,que nos confiamos en exceso en cuanto a la hora de salir a la entrada y asumiendo que como todos los años habrá retraso y queriendo evitar una excesiva espera a la intemperie, alargamos la sobremesa demasiado.

Cuando salimos del restaurante nos encontramos con que la Entrada avanza a ritmo trepidante y los horarios previstos se están cumpliendo a rajatabla gracias al esfuerzo de la junta de fiestas que se ha impuesto la misión de conseguir que la entrada se desarrolle de forma rápida y sin cortes.

Lo que en un principio es un logro indiscutible a celebrar, juega en esta ocasión en contra nuestra ,que nos vemos obligados a correr para llegar in extremis a subir a la carroza justo unos segundos antes de que iniciase su recorrido. Yo consigo acomodar a mis hijas sin problemas a pesar de los apuros, pero algún compañero más confiado no llega a tiempo y tiene que abordar la carroza en marcha una vez iniciado el recorrido.

A pesar del sofoco hay que reconocer que la labor realizada por la organización en cuanto a tiempos y horarios fue excelente, logrando un desfile dinámico y ameno lo cual fue de agradecer en especial por el público que se mantuvo fiel al acto pese al intenso frio reinante.

El desfile transcurrió para nosotros en la carroza infantil, yo acompañando a mis hijas que ya empiezan a disfrutar conscientemente de salir a fiestas. Y así entre caramelos y confetti y con alguna que otra anécdota protagonizada por alguno de los mas pequeños (siempre piden pis en los momentos mas inoportunos) participamos un año más en la entrada de moros y cristianos.

Al finalizar el desfile nos dirigimos al maset a merendar y fue allí donde los pequeños disfrutaron como locos jugando , corriendo y ,como no, merendando.

La capitana de la filà , Lourdes Palao, salió a caballo junto a su padre y  presentó un espectacular boato compuesto por un ballet, diversas escuadras especiales y un espectáculo de aves rapaces. Alguno de estos pájaros hizo sudar a sus entrenadores ya que decidió hacer caso omiso de sus ordenes y se negaba  a bajar de la atalaya a la que se había encaramado.

Particular mención a una escuadra especial que lucía un espectacular y sobrecogedor maquillaje que figuraba un cráneo humano siendo especialmente aplaudida. Indescriptibles las caras de nuestros hijos cuando vieron entrar en el maset a una horda de terribles esqueletos dispuestos a merendar...

El confortable ambiente del maset hizo que saliésemos algo tarde de allí por lo que llegué algo justo para ver la capitanía dels “Moros Vells”. El capitán Mossén Ramón Micó , (no deja de ser curioso que un sacerdote represente al capitán del ejercito de la media luna) puso una nota de originalidad en el boato invitando a una escuadra de la Filà Manta Roja de Cocentaina , localidad donde ejerce su ministerio, y a otra de la Filà de Moros Vells de Banyeres de Mariola para participar en la entrada.

Me gustó especialmente la indumentaria y seriedad de los contestanos que contrastaba con las formas también marciales pero más desenfadadas de los festeros bañerenses. También aplaudir la participación de los amigos del capitán en una escuadra con el traje oficial de Moro Vell complementado con el turbante antiguo y la manta terciada ofreciendo la imagen más clásica de la filà.

El resto de la entrada la pude ver desde los balcones de casa de mis padres en la que eche a faltar la presencia de mi abuela que nos dejó el pasado año. Ella que apenas podía ver la entrada cada año, siempre entrando y saliendo de la cocina, poniendo cafés, ofreciendo “pastetes”,  pendiente de que a amigos e invitados no les faltara nada, ha dejado un vacío que en estas fechas se hace si cabe más grande.

El transcurso de la entrada tan rápido este año, hizo que a las 21:00 ya hubiese pasado el desfile y me dirigí a casa para finalizar la jornada festera no sin antes hacerme el propósito, este año firme, de ir a la Diana al día siguiente.

Día de Sant Blai (Domingo, 8 de Febrero)

Comienzo el día grande mandando un whatsapp desde la cama a mis compañeros para averiguar si hay alguno de ellos dispuesto a acompañarme a la diana.

A los pocos segundos recibo confirmación de dos de ellos así que salto de la cama y me visto de Zuavo y en pocos minutos estamos tomando un café con leche en el Maset para entrar en calor antes de empezar el recorrido. En algunos termómetros llega a marcar -4 grados y la noche ha dejado tras de si una helada considerable.

Hago el recorrido junto a mis amigos y con un veterano de la filà que me presenta al “Navarro”, un arcabuz centenario propiedad de su familia y que el utiliza para desfilar a pesar de su contundente peso.

A pesar del frio el desfile nos permite entrar en calor e iniciar el día dedicado al patrón Sant Blai al son de un bonito pasodoble “dianero”.

Acabada la diana me dirijo a casa y para mi sorpresa todos duermen todavía así que me dedico a descansar un buen rato antes de volver a la ardua pero gratificante tarea de vestir a las niñas de zuavas.
Como he comentado antes, el día de Sant Blai es este año aún más especial para mí.

Como festero que soy desde niño de la filà de Contrabandistes, me ha correspondido este año ser portador de la Reliquia de Sant Blai y he quedado después de la misa mayor con el resto de  mis compañeros “reliquieros” para acabar de montar las andas y organizar los turnos de salida.

Tras estar un buen rato en las “paraetas” con mi mujer e hijas me dirijo a la iglesia y allí me reúno con mis compañeros contrabandistas para prepararlo todo.

Llego vestido de Zuavo y como es natural  hacen alguna broma sobre mi indumentaria y me recuerdan que no se me olvide cambiarme de traje para la procesión.

No soy el único en esta situación, otro de mis compañeros, también festero de la filà de Estudiants además de contrabandista, luce el traje de esta filà y ambos somos blanco de las bromas de los compañeros.

Realmente reina un ambiente muy sano y cordial entre todos los contrabandistas portadores ya que no en vano, aunque los amigos me hayan llevado a disfrutar de la fiesta en otra filà habitualmente, todos nos hemos “criado” como festeros en el “contrabando”.

La Filà de Contrabandistes siempre ha sido parte muy importante en mi trayectoria festera, motivo por el cual he continuado figurando siempre como festero en de esta filà, lo que me
ha dado la oportunidad de, tras 38 años de pertenencia a la misma, poder disfrutar del honor de ser portador de la reliquia y vestir una vez más el traje de contrabandista.

Todo queda listo para la tarde y quedamos en vernos a la hora de la procesión.

Vuelvo a casa a tiempo de disfrutar del apetitoso “puchero” preparado por mi suegra.

Comemos con la característica premura que impone a los Zuavos la hora del Piquete y aunque yo este año no puedo participar por la incompatibilidad del horario del mismo con mis obligaciones como portador de la Reliquia, si quiero acompañar a mi hija mayor que a sus cuatro años va a formar parte del desfile más importante para los Zuavos.

La niña con su banderita al hombro forma junto a otras niñas de su edad y pasada la preocupación inicial de quien se ve ante una tarea que nunca ha realizado antes, comienza el imponente bloque de festeros perfectamente uniformados a marchar a los sones de “El Zuavo”, himno e insignia de la filà.

Como ni su madre ni yo formamos parte del desfile pasamos el recorrido persiguiendo al Piquete para fotografiar y vigilar el debut de nuestra hija.

Cuando el desfile se encuentra cerca de casa, la niña es vencida por el cansancio dando lugar a nuestra retirada.

La hora de la procesión se acerca y es hora de cambiar de indumentaria para acudir al acto más espectacular del día.

Vestido ya de contrabandista me reúno con mis compañeros en la plaza y subimos a la Iglesia donde acabamos de concretar los turnos y poner en orden todo lo necesario.

La espera se hace larga por la ansiedad de que este importante momento en nuestra trayectoria festera comience.

Por fin, por megafonía se solicita que inicie el recorrido la Reliquia del Santo llevada por la filà de Contrabandistes.

Salimos de la Iglesia y al rebasar el umbral de la puerta, los Vítoles de la gente congregada reciben la aparición de la Reliquia y del Santo que nos sigue de cerca.

Durante el trayecto nos turnamos para ocupar diferentes posiciones de modo que todos tenemos la oportunidad de llevar las andas en diferentes tramos del recorrido.

No sabría explicar la explosión de sensaciones gratificantes que pude vivir durante el recorrido, allí estábamos, después de tantos años de fiesta, teniendo el inmenso honor de llevar la Reliquia de nuestro patrón Sant Blai. Me vienen a la mente muchos sentimientos, pienso en los familiares que me han precedido. Me siento afortunado por haber tenido una oportunidad que no todos los festeros conseguirán tener.

La entrada en la plaza es espectacular como siempre, arropados por el calor de la gente que vitorea al Santo y además flanqueados por el piquete del Tercio de Zuavos que nos acompaña escoltando a las andas desde la entrada en la plaza.

La comitiva para en la plaza para recibir a Sant Blai y ver el pequeño castillo de fuegos de artificio. Los gritos de ¡¡Vítol y Vítol al patró Sant Blai!! arrecian y la emoción hace que se me salten las lágrimas en un momento tan emotivo, al girar la vista hacia mis compañeros veo que no soy el único que apenas puede reprimir la emoción.

El último relevo en las andas me da la oportunidad de entrar la Reliquia a la iglesia. Nuevo momento inolvidable al entrar en el abarrotado templo y ocupar el sitio reservado para la misma. La entrada de Sant Blai la vivimos como observadores privilegiados junto al altar y cantamos el Himno del Santo finalizando la que será sin duda una de las procesiones más importantes de nuestras vidas.

Cada portador coge varias rosas de las que adornan las andas como recuerdo y la gente se apiña a pedir o coger las que van quedando. Muchos son los que quieren una rosa que ha estado junto a la Reliquia de nuestro patrón. Yo consigo cuatro.. una para cada una de mis chicas, mi madre, mi mujer y mis hijas para que las conserven como recuerdo de este día.

Todos comentamos lo rápido que ha pasado todo, parece ser que la procesión ha sufrido cortes y retrasos de nuevo con los Mosqueteros, sin embargo nosotros hemos ido en una nube, nos ha pasado el tiempo volando.
Vuelvo con la filà hacia casa para recoger a mi mujer, ya que hemos quedado en cenar todos los que hemos sacado la Reliquia en el maset de los Contrabandistas.

Allí disfrutamos de una sabrosa cena junto al resto de compañeros y sus parejas siendo un perfecto colofón a la intensa jornada.

Día de Moros y Cristians  (Lunes, 9 de Febrero)

El día amanece con niebla y una humedad desapacible. Me levanto tarde y me entretengo en realizar algunas tareas por casa.

Sobre las 11:00 veo que se congregan los festeros que van a disparar en el puente. Por lo visto el mal tiempo aconseja recortar el recorrido de los disparos y se inicia la batalla de arcabucería en este punto.
Una vez pertrechados nuestra intención es acudir a la plaza a ver la embajada. Este año tenemos nuevo embajador cristiano, Miguel Pérez, y Pau Verdú debuta como embajador moro tras varios años de hacer el papel del cristiano.

Llegados a la plaza la lluvia hizo su aparición intensificándose justo en el momento en que empezaba la embajada.

La incomodidad de mis hijas pequeñas con el chaparrón hizo que tuviese que llevarlas a casa rápidamente antes de tener que lamentar algún resfriado por el remojón con lo que no pude volver a la plaza hasta que prácticamente la embajada hubo concluido.

Pero al mal tiempo buena cara, en este día aprovechamos para reunirnos toda la cuadrilla e ir a comer a algún restaurante sin prisas. Este año no fue una excepción y repetimos la visita al Cancell donde disfrutamos de una buena comida y una animada sobremesa con todo tipo de licores.

Nos llegó noticia de que a causa de la lluvia se suprimía la disparada de la tarde y que la embajada vespertina tendría lugar en el Maset de los Moros Vells.

Casi a las 18:30 salimos a la calle dirigiéndose unos al maset de los moros y otros , como en mi caso, a casa, a por la familia.

Acabada la embajada y habida cuenta de que ya no llovía, la junta de la filà improvisó un pasacalles desde el maset de los moros hasta el nuestro pasando por la plaza de forma que niños y grandes disfrutamos del trayecto.

En el maset de nuevo merienda y juegos de los más pequeños que ya van haciendo cuadrilla y creándose su propio ambiente.

Por la noche la retreta salió de forma apresurada entre la llovizna y yo la vi desde el balcón de casa.

No me llamaron la atención demasiadas cosas, aunque no lo vi me comentaron que un grupo de Zuavos hicieron caretas con la foto del ya popular fotógrafo italiano Biaggio Calderano, que este año volvió tras unos años de ausencia a acompañarnos con su presencia y su arte durante las fiestas. Destacar también la masiva coreografía ya tradicional en los marinos, el bloc de Marrocs con las escobas y la actuación de los amigos Mosqueteros que improvisaron una caseta de la feria de Sevilla de donde salían transformados en flamencas de tronío luciendo bata de cola.

La lluvia que había complicado los actos nos acompaño en mayor o menor medida durante la noche concentrando en los masets la actividad festera. En los zuavos alguno de mis amigos finalizó la jornada arrancándose a cantar con el acompañamiento de un conjunto que se contrató para amenizar la noche.

Día del Santo Cristo (Martes, 10 de Febrero)

Nuevamente el mal tiempo amenazaba con arruinar el día.

La diana más madrugadora tuvo lugar entre niebla y llovizna y vista la climatología se decidió que oficialmente no se subía al Santo Cristo.

Algunos valientes Zuavos y algún otro festero de otras filàs subieron a pesar del mal tiempo dejando constancia fotográfica de su arrojo y devoción por el Santo Cristo al que cantaron sus Gozos.

El Despojo del Moro fue programado para las 11:30 en el monasterio y allí tuvo lugar interpretado brillantemente por Pau Verdú. Compañeros de los contrabandistas hicieron la guardia durante la misa. Yo personalmente no puede acudir aunque me hubiese gustado ya que al trabajar mi mujer me había quedado a cargo de mis dos hijas pequeñas y cambié mi actividad prevista por una larga mañana de “Paraetes” y fotos.

Mi padre se brindó a acompañarnos y junto a el y a mis hijas subimos al templo parroquial para besar la Reliquia.

Ya con la filà bajamos al maset de los Zuavos y allí entre cacahuetes y palomitas esperamos a mi mujer que venía de trabajar. Una vez acompañada la familia a casa regresé al maset donde una vez más comimos juntos los amigos aunque desgraciadamente alguno de los que residen fuera del pueblo ya había tenido que finalizar la fiesta o estaba a punto de hacerlo.

Tras la amena sobremesa nuevo paso por casa para esperar al desfile de la tarde en el que sorprendentemente los Españoletos que no tenían capitán para 2015 iniciaron el desfile casi 20 minutos antes de que los siguieran el resto de filaes. Se ve que al no tener capitán no se entretuvieron lo mas mínimo en el recorrido posterior al cambio de bandas y acabaron su participación algo más apresuradamente que el resto.

En el desfile disfruté organizando la escuadra infantil en la que formaban mis hijas. La tarea de mantener recta la escuadra y motivar a los jóvenes zuavos y zuavas, futuro de nuestra filà, fue divertida, gratificante, difícil y desesperante a partes iguales ya que en algunas ocasiones la escuadra entera se desviaba del trayecto, especialmente al paso por “les paraetes”.

Proclamados la Capitana y Alférez de 2016 y finalizado el desfile, volvimos al maset para finalizar los actos del día y prácticamente de las fiestas.

La interpretación de “El Zuavo” como despedida de la banda de música con todos los festeros en pie puso el broche a nuestra participación.

Ya por la noche tuvo lugar la espectacular cordà que, aunque no presencié, por referencias de amigos y conocidos que si estuvieron se que fue intensa y brillante como siempre.

La cordà de Bocairent se ha convertido por su peculiaridad en “rara avis” y en cita ineludible para muchos aficionados al fuego de toda la comunidad.

Los numerosísimos restos de quemaduras de cohetes en las paredes del centro al día siguiente daban fe de la intensidad de la misma.

Día de l’Eixabegó (Miércoles, 11 de Febrero)

El día del descanso, el reposo del festero, aunque cada vez mas gente lo suprime para atender a su trabajo, transcurrió para mi como una jornada de transición y de vuelta a la normalidad.

Compartí el día con mis hijas, ocupándome de ellas, recogiendo trajes y otros pertrechos que durante las fiestas habían ocupado un lugar preferencial en casa.

A petición de las niñas volvimos a los tenderetes de les “Paraetes” y pese a haber acordado no comprar nada más, acabé consintiendo nuevamente en algún capricho como ultima concesión a la fiesta que finalizaba.

Cuando regresó mi mujer subí a la Iglesia puesto que había que desmontar las andas de la Reliquia y devolverla a su ubicación original.

Las obligaciones laborales de la mayoría y algún contratiempo inesperado hizo que solo 6 de los 16 portadores pudiésemos acudir a la cita, pero nos las arreglamos para déjalo todo en orden.

La experiencia también tuvo sus cosas interesantes ya que me permitió junto con otro compañero, devolver la preciosa “Arqueta” de oro, con mis propias manos a su emplazamiento en las vitrinas del museo parroquial y ser testigo de un acto que no por más sencillo es menos bonito y que desconocía por completo.

Resulta que cuando los Granaderos desmontan las andas del Patrón Sant Blai, devuelven la imagen del Santo a su emplazamiento habitual, dentro de la vitrina situada sobre el altar de su capilla. Con la iglesia ya vacía y con los granaderos que han llevado sus andas reunidos en la capilla a los pies del patrón lanzan el último y potente VITOL AL PATRÓ SANT BLAI de las fiestas. Emotivo y sencillo acto.

Devueltas las andas al monasterio, me reúno con la familia para ir a comer al maset de los Zuavos. Este año la “casssola al forn” esta especialmente buena y repetimos plato varios de los compañeros.

Tras una amena sobremesa que se alarga hasta mas o menos las 5 de las tarde ponemos fin a la tertulia y a las fiestas de este año.

La vuelta a casa conlleva la vuelta a las obligaciones y tareas cotidianas, pasar por el supermercado, prepararse para trabajar al día siguiente, la vuelta al cole de las niñas.

No quiero finalizar esta crónica sin como cada año mostrar mi agradecimiento a todos los que me han acompañado estas fiestas. Tras unos años algo limitado por mis obligaciones familiares he vuelto a disfrutar de aspectos de la fiesta que tenía forzosamente aparcados. Deseo fervientemente poder compartir con todos vosotros muchos años más de fiesta. Pongámonos ya como objetivo las próximas fiestas de Sant Blai de 2016 que en este mismo instante comienzan a nacer.

¡¡VITOL AL PATRÓ SANT BLAI!!

lunes, 10 de febrero de 2014

Festes de Moros i Cristians en honor a Sant Blai 2014


Debo decir para empezar que este año tenia serias dudas sobre si escribir o no esta crónica. 
Mi participación en las fiestas ha sido bastante condicionada por el hecho de tener que atender a mis hijas pequeñas cuyos horarios no siempre son compatibles con muchos de los actos de fiestas. Así que no esperen encontrar este año una detallada descripción de los diferentes actos de las fiestas porque realmente he asistido a la mayoría de ellos más pendiente de las necesidades de mis hijas que de atender a las peculiaridades de los mismos.
Es por ello que esta crónica se va a centrar más en el terreno de reflejar mis experiencias festeras en este 2014 que en describir las fiestas en sí que han sido más bien un telón de fondo para compartir unos días especiales con mi familia.
Sin embargo y a pesar de los compromisos familiares estas fiestas siempre las recordaré  con especial cariño por haber tenido el honor de poder representar a mi filà en la  escuadra del día de la Publicació.
  
Desde hace muchos años albergaba la ilusión de poder salir algún día a la Publicació y en este 2014 pude hacerlo realidad gracias a la gentileza de Javier Tormo , representante del Terç de Suavos en la Junta de Fiestas que me cedió el puesto que le correspondía  para salir a tan importante acto.
Desde aquí quiero agradecerle infinitamente su atención y su paciencia y sobre todo haberme facilitado, tras mucho tiempo persiguiendo el objetivo de salir a la Publicació ,la consecución del mismo.
El Domingo 12 de Enero tuvo lugar el acto y tras un almuerzo de hermandad de todos los festeros participantes con los integrantes de la Junta de Fiestas, arrancó la Publicació que nos llevo por las calles de costumbre para anunciar la inminente llegada de la fiesta. El desfile transcurrió a los sones del pasodoble “Als Llaneros Dianers” en su primer tramo y posteriormente disfrutamos de la marcha cristiana “Almogavers, Sang i Ferro” y la  recién estrenada marcha mora “Martí Ximaná”.

Quiero mencionar aquí también  a Mariola Calatayud representante en la escuadra femenina y al capitán de mi filà Javi Pastor que llevó el banderín en el acto de la publicación y que compartieron conmigo la misión de representar al Terç de Suavos en este 2014.

Como curiosidad destacar también que el Sargento Mayor estrenaba traje, muy similar al que había lucido hasta ahora pero con ciertos cambios estéticos en la capa/chilaba en la que se han bordado los escudos de las nueve “filaes” y de la asociación y se habían sustituido las mallas por una especie de bombacho verde. Algunos cambios en muñequeras y cinturón  completaban la actualización de la indumentaria.
Fue un día inolvidable y lleno de sensaciones gratificantes, la música y la magnífica actuación de la Unió Musical de Bocairent, la gente abarrotando las calles esperando  el paso del desfile, el voltear de las campanas a la salida del acto, el estrenar traje de Suavo para la ocasión, la sensación de estar participando de algo durante mucho tiempo esperado  y ser actor en un acto que siempre había vivido como espectador. Seguro que nunca olvidaré este día de la Publicació de 2014 .
También mencionar como parte de los actos previos a las fiestas que este año el ciri del Terç de Suavos fue en domingo y se decidió, con gran acierto a mi entender, celebrar una comida en el maset y posteriormente desfilar por la tarde a las 18:00h. Este horario permitió que pudiese participar gran cantidad de críos y tuve el placer de sacar a mi hija mayor al desfile donde, a sus tres años, hizo sus primeros pinitos al frente de nuestra escuadra (aunque se cansó pronto y completó el desfile en mis brazos).
Mencionar también que la Filà de Contrabandistes, de la que también soy miembro desde que era un niño, celebraba este año su 150 aniversario y organizó una serie de actos como exposiciones, charlas, elaboración y recopilación de audiovisuales y toda una serie de actos especiales para celebrar la efemérides. 
Enhorabuena al contrabando por el aniversario y a la junta en especial por su excelente organización.
Poco a poco y con la celebración de estos actos previos como prolegómeno de la fiesta llegaron los días grandes que pasamos a relatar.
Día de les Caixes.
A las 19:30 de la tarde y pertrechadas mis hijas con sendos “Farolets” y las correspondientes mantas, nos dirigimos a la plaza para ver el inicio de la fiesta.

Tras las acostumbradas oraciones el Sargento Mayor pasó lista a cada una de las nueve filaes que con el correspondiente redoble de su “caixa” hacia notar su presencia. Con mis hija mayor en brazos y la pequeña agitando el farolito desde su carro gritamos el primer ¡¡VITOL!! de las fiestas y salimos de la plaza en comitiva para hacer una pequeña parte del recorrido.
Ya desde casa vimos el castillo de fuegos de artificio que se lanzó desde la antigua estación y una vez atendidas las necesidades de las pequeñas pude salir de nuevo a la calle, esta vez ya solo puesto que el resto de la familia se quedo en casa, para disfrutar de la nit de Caixes en el maset.
Al ser sábado había un  gran ambiente en los masets y en la calle. Nos reunimos toda la cuadrilla en el maset y entre risas y bromas comenzó la fiesta. Mencionar que la presencia en el maset del actor y diputado Toni Cantó, amigo personal del capitán,  causó la curiosidad de muchos de los asistentes (en especial de las chicas) que quisieron fotografiarse con el.
La noche transcurrió amena y divertida entre copas, cachondeo y recuerdos de “batallitas“ de otros tiempos. Tras el desfile pude alargar la noche algo más que en años anteriores, hasta más o menos  las 3:30 de la mañana en que me retiré a mi casa.
Día de la Entrada.
El día de la entrada amaneció temprano para mi debido a la insistencia de mi hija en levantarse. El cansancio de la noche anterior tuvo que ser desplazado para empezar con el proceso de preparar a toda la familia para la fiesta.
Tras un par de largas horas dedicadas a preparar todo lo necesario para la carroza de la tarde y vestir a mis hijas de Suavas pude por fin ponerme el traje y salir a la calle con toda la familia para acudir al acto de la arrancada de bandas en la plaza.

Justo al salir a la calle coincidimos con otros amigos que también acudían al acto con sus hijos y rápidamente reunimos un pequeño batallón de “Suavets i Suavetes”  dispuestos a acompañar al banderín  de la filà y  a la banda de música en su trayecto por las calles del pueblo.
Una “urgencia” infantil nos hizo abandonar el recorrido antes de llegar a la mascletá y una vez resuelto el mismo decidimos dirigirnos a “les paraetes” para regocijo de las niñas que rápidamente cargaron con un par de perritos de peluche y un globo.
Acompañé a mi mujer e hijas a casa y me fui a comer al maset ya que este año contra nuestra costumbre de ir a algún restaurante decidimos no complicarnos la vida y comer en “casa” donde nos ofrecieron un menú a base de caldo con pelota de puchero y carrillada de segundo.
En el maset estaba también comiendo la Junta de Fiestas y algún personaje ya habitual en las fiestas como Julio Tormo, conocido por sus programas sobre las fiestas de la comunidad  y que al desaparecer RTVV desempeña actualmente su labor en Mediterraneo TV.
La sobremesa mucho más justa que otros años ya que había de acudir a recoger a mi familia y todos los “trastos” de tirar en la carroza para poder subir a ocupar nuestros puestos en ella.
Después de una apresurada subida con niñas y bolsas de confeti y caramelos a cuestas ocupamos nuestros sitios en la primera carroza de la filà junto a otros amigos que también iban con sus hijos en la misma carroza.
Desde la carroza pude ver parte de la nutrida participación de los contrabandistas en este año de su aniversario en la que quiero destacar varias cosas. Entrañable la pareja formada por un veterano contrabandista del brazo de su hija vestida de faralaes a la antigua usanza. Iban seguidos de una escuadra en la que se había tratado de recuperar trajes antiguos de contrabandista, rescatados de los armarios en los que llevaban décadas celosamente guardados por sus propietarios. Los antiguos sombreros altos con las borlas verdes y otros elementos como viejas polainas y cananas daban sabor a la escuadra conmemorativa del 150 aniversario.
Tras las escuadras oficiales y carrozas el alférez de cabo de una escuadra especial y el espectacular boato del capitán que sacó a la calle multitud de escuadras especiales ,ballets, carrozas, calesas e incluso rebaños de ovejas. Mi hija pequeña a la que le encantan los animales casi se tira de la carroza para seguir a las ovejitas que pasaron junto a ella.

El pasodoble “Rafa Martí”, compuesto para el capitán y autentico hit de estas fiestas era el motivo musical que acompañaba gran parte del boato.

Sin embargo la espectacular participación contrabandista tuvo ciertos cortes y retrasos que nos hizo desesperar encima de la carroza, ya que nuestra hora de salida se vio considerablemente retrasada y los niños cada vez se mostraban más impacientes e inquietos debido a la inmovilidad y al frío que empezaba a intensificarse.

Algunas chicas que participaban en un ballet del capitán de los Zuavos con un traje muy ligero, se quejaban del intenso frío que estaban soportando mientras esperaban hasta que un alma caritativa les abrió un portal para guarecerse hasta el momento de la salida.
Por fin nuestro amigo Toni encargado de dar la salida a la filà desde la megafonía, convocó la presencia del banderín y escuadra oficial del Terç de Suavos y la entrada comenzó para nosotros.

Durante el trayecto repartimos golosinas y confeti a diestro y siniestro al tiempo que tratábamos de manejar el ímpetu de las niñas en la carroza para evitar algún que otro accidente.
Finalizada la entrada y tras una rápida operación de bajar de la carroza ayudados por algunos miembros de la junta de fiestas, nos refugiamos en el maset donde aún no había acudido nadie ,pues la filà estaba en ese momento desfilando en el ultimo tramo del desfile. 
Todos nuestros compañeros parecían haber desaparecido y como los niños, niños son… tuvimos que lidiar con una fuerte pataleta de una de nuestras hijas que se enfadó porque le negamos una nueva compra en “les paraetes”.

Como el enfado de la niña cada vez era mayor y no acudía nadie del resto de la cuadrilla , optamos por volver a casa para calmar los ánimos.

Tras capear el temporal como pudimos  con la pequeña, me dirigí a casa de mi abuela para ver el resto de la entrada allí , ya que cada año allí nos damos cita familiares y amigos creándose un gran ambiente festero. 
Sin embargo este año y por diversas circunstancias no había ningún visitante en la casa y solo mi madre y mi tía estaban en los balcones viendo el desfile. Visto el poco ambiente reinante y tras compartir con ellas parte del desfile del bando moro en el que solo pude disfrutar del boato de la capitana de los Marrocs (muy elegante y con un estilo de indumentaria muy basado en vestimenta auténtica de moro) decidí volver a casa para echar una mano y acabar de ver el resto de la entrada por televisión.
Ya por la tele puede ver la capitanía de los Moros Marinos, también muy interesante por la originalidad de los trajes algunos de ellos basados en el propio traje oficial de Marino.

Con el paso de los Mosqueteros y dos o tres camiones tirando juguetes al final de la entrada finalizó el desfile más esperado del año y la jornada festera para nosotros.
Día de Sant Blai.
Este año no hice el intento de ir a la Diana por el hecho de no dejar sola a mi mujer con la tarea de levantar, asear y vestir a las dos niñas y la verdad es que me equivoqué…
Cansadas por las experiencias de la jornada anterior ambas niñas durmieron plácidamente hasta casi las 12:00 del mediodía con lo cual hubiese tenido tiempo perfectamente de disfrutar tanto de la diana como del almuerzo. Tomo nota para el año que viene.
Disfruté del paso de la Diana desde la ventana de mi habitación comprobando que solo dos de mis amigos habían tenido el ánimo de levantarse y formar en la misma.
Tras pasar gran parte de la mañana ocioso las dos crías se levantaron por fin y nos dedicamos a vestirnos todos para acudir al saludo.
Tras un paso rápido por “les paraetes“ en el que mi hija mayor descubrió las “bombetas” decidimos subir a la placeta de Sant Vicent donde el sol hacía más amable la espera de la salida de misa.
En la placeta nos reunimos con el resto de amigos que poco a poco iban apareciendo, unos se habían levantado tarde tras los excesos de la noche anterior, y los que tenemos hijos pequeños llegábamos in extremis tras poner todo en orden en casa. Algunos además habían tenido que trabajar y se incorporaban forzosamente tarde a la fiesta.
Después del recorrido que culmina en el saludo a las autoridades y de un aperitivo en el maset volvimos a casa para comer, en mi caso muy rápidamente puesto que iba a asistir al piquete que es el acto más importante para la filà de Suavos.

A las 16:30 formó puntual el piquete tras ayudarnos unos a otros a componernos. El tiempo con un viento gélido y unas cuantas gotas de lluvia que amenazaban con empeorar y convertirse en un buen chaparrón  presidieron el arranque del piquete.
Afortunadamente la lluvia no se intensificó y acabo por desaparecer a los pocos minutos de empezar el desfile.
Se dio un caso curioso y es que la cabecera del piquete se metió por una calle equivocada al salir de la plaza y los organizadores tuvieron que hacer retroceder a todo el bloque para rectificar la trayectoria. Ni que decir tiene que se vivieron momentos de gran confusión pero divertidos ya que llegamos a desfilar ¡¡marcha atrás!!.
Más tarde en casa del alférez volvimos a “meter la pata” al no entender bien las indicaciones de los espadas que querían que el bloque formase una curva para presentar armas produciéndose la rotura de la formación.
Por suerte todo quedo en una divertida anécdota y el Piquete se reanudó ya sin más incidentes y completó el desfile por las calles del pueblo con la acostumbrada brillantez y lucimiento cumpliéndose los horarios y trayecto planificados.

Tras finalizar el desfile vespertino corriendo a casa a por mi mujer e hijos con el tiempo justísimo para llegar a la procesión.

Mi hija mayor hizo todo el trayecto cirio en mano e incluso se atrevió con más de un ¡Vitol i Vitol al Patró Sant Blai, Vitol! mientras su hermana metida en el carro la observaba con una mezcla de curiosidad y extrañeza. Por primera vez pudimos disfrutar de salir los cuatro juntos a la procesión de Sant Blai ya que el año anterior la pequeña tuvo que quedarse en casa por su corta edad.
Los pequeños de la cuadrilla se empeñaron en llevar el cirio solos todo el trayecto lo cual hizo que tuviésemos que estar muy alerta ya que en su inocencia y despiste más de un abrigo de piel o manta podrían haber quemado de no haber estado los padres al quite.
Tras una larga espera en la plaza, debida a un inexplicable corte producido entre los Marinos y los Mosqueteros, hizo su aparición en la plaza la reliquia portada este año por miembros de la filà de Granaderos y la imagen de nuestro patrón Sant Blai. Como cada año momentos emotivos explicándole a mis hijas lo que estaba pasando, que el pueblo era feliz porque Sant Blai había salido a vernos un año más y que por eso tiraban fuegos artificiales y gritaba todo el mundo ¡VITOL!.

Tras estos momentos intensos en el que siempre aprovecho para pedir al Patrón alguna gracia y agradecerle el poder disfrutar un año más de estos momentos acompañado de mi familia, se reanudó la procesión y nosotros aprovechamos para irnos hacia casa ya que ambas criaturas estaban agotadas.

Me hubiese gustado acudir al canto del himno y a la posterior enhorabuena al capitán , pero las circunstancias mandan y tuvimos que finalizar aquí el día.

Aprovecho para dar la enhorabuena a los capitanes de este 2014 y en especial a los capitanes de las dos “filaes” a las que pertenezco Contrabandistes i Terç de Suavos ya que no pude hacerlo personalmente.
Día de Moros i Cristians.
La diana del día de moros y cristianos me sacó de mi sueño y me levanté a tiempo de ver pasar a mi filà de Suavos. En la diana iban unos pocos de mis amigos con cara de frío pero me consta que se repusieron enseguida gracias a un abundante almuerzo a base de chuletas asadas y longanizas.
La mañana transcurrió tranquila en casa ya que al no tener que disparar y no queriendo exponer a mis hijas al ruido de los arcabuces decidimos retrasar la salida de casa hasta que faltase poco para la embajada.
Un día más todos arreglados y vestidos de Suavos, nos fuimos a la calle para hacer tiempo. Decidimos tomar un aperitivo en familia en el bar Solbes y cuando cesó el ruido de la batalla nos dirigimos a la plaza para presenciar el acto de la Embajada del Moro.
El embajador Moro, nuestro buen amigo Fernando Vañó representaba este papel por última vez . Tras ocho años dedicado a la difícil tarea de desempeñar el cargo de embajador moro había decidido que era hora de vivir la fiesta de forma diferente y había comunicado que dejaría el cargo al acabar las fiestas.
El día anterior una terrible afonía se había apoderado de su garganta y amenazaba con dar al traste con su despedida, pero tras una noche interminable de cuidados e incertidumbre, la potente voz del embajador moro se pudo escuchar en la plaza en todo su esplendor representando el parlamento con gran brillantez.
Finalizada la embajada mi mujer e hijas volvieron a casa y yo pude reunirme con mi cuadrilla para comer juntos en el Cancell.

La comida transcurrió animada y divertida acompañada de un sabroso menú que ,junto con la compañía, contribuyó en gran medida a que disfrutáramos de un muy buen rato.

El final de la comida estuvo algo empañado por el hecho de que tres de los siete amigos que estábamos comiendo acababan en ese momento su participación en las fiestas por motivos laborales y además faltaban muchos otros que estaban trabajando desde el día anterior.

De verdad creo tendremos que volver a plantear seriamente el tema de que la fiesta sea fin de semana porque es cada vez más gente la que se tiene que privar completa o prematuramente de participar en las fiestas.

Los años venideros en los que toda la fiesta cae entre semana nos exponemos a una situación lamentable para muchos festeros que a día de hoy sería perfectamente evitable con un poco de solidaridad y sentido común por parte de todos.
Tras despedir a los que se iban nos separamos nuevamente para ir en busca de nuestras respectivas familias y compartir con ellas el acto de la Embajada del Cristiano.

Nueva pugna por la fortaleza y nueva actuación brillante de ambos embajadores que finaliza con el  entierro de la Mahoma y la enseña de la cruz de nuevo dominando el castillo.
De nuevo en el maset disfrute a tope de los crios corriendo y jugando por el  salón.

Finalizado el aperitivo nos dirigimos a casa donde ya despojados de la indumentaria festera acostamos a las niñas y cenamos tranquilamente.
Yo aún me dedico a ver desde mi ventana el acto de la retreta en el que desluce un poco el potente viento que amenaza con arrancar rodabalcones y banderas.
Destacable en la retreta la participación de Suavos con un artefacto a pedales a modo de barra disco móvil, Marrocs con un ballet  de Zombis inspirado en Thriller, Marinos con una representación coral con la participación de gran parte de la filà y Mosqueteros con  una personalísima  representación del recordado Show de Joan Monleón.
Día del Santo Cristo
Al no poder asistir a la diana ni subir al Santo Cristo,  la sensación de estar desaprovechando el último día de fiestas se apoderó de mi causándome cierta morriña que me acompañaría durante todo el día. Tantos días esperando la llegada de la fiesta y el final estaba a la vuelta de la esquina.
La larga mañana invertida en tareas domésticas al menos tuvo como colofón el acudir con mi familia a besar la reliquia del Santo Patrón.
Tras adquirir los ya tradicionales pins de Sant Blai uno para cada hija y hacer un recorrido protagonizado por un viento tan fuerte que incluso hizo que mi boina volase unos cuantos metros, volvimos una vez más al maset para compartir aperitivo con pocos miembros de la filà  presentes.
Comida en casa como un pequeño avance de la rutina que nos espera a partir del día siguiente. Pasa la tarde esperando a la hora del cambio de bandas y el posterior desfile que pone el broche final a la fiesta.
Sobre las siete de la tarde comenzó el desfile desde la punta del puente y disfruté como espectador del mismo en el que si participaron mis mujer y mis hijas que de la mano de su madre la mayor y en su carrito la pequeña  hicieron muy contentas todo el recorrido hasta la plaza.

Las nuevas Capitana y Alférez para la fiesta de 2015 hicieron de cabo durante el desfile permitiendo así a los espectadores conocer quién desempeñará la representación de la filà el las próximas fiestas.
Llegados a la plaza nos dirigimos por ultima vez en estas fiestas al maset donde disfrutamos una vez más de la correspondiente picaeta y tuvieron lugar las primeras enhorabuenas y homenajes de sus familiares y amigos a los nuevos cargos.
Tras un largo rato transcurrido compartiendo juegos y carreras con los más pequeños, la banda de música entró en el salón interpretando “El ZUAVO” como cada año a modo de despedida. Todos los festeros en pie correspondimos con una fuerte ovación a los músicos de Montixelvo que nos habían acompañado un año más. La salida de la banda del maset ponía punto final también  a nuestras fiestas 2013 ya que decidimos que era hora de volver a casa , no sin un ultimo y obligado paso de nuestras hijas  por “les paraetes”.
No pude disfrutar de la cordà este año ya que tenía que trabajar al día siguiente y no quería trasnochar pero por lo que me han contado y visto en videos parece ser que fue tan brillante como los últimos años.
Día de L’Eixabegó
El día de “descanso” de las fiestas no fue tal para mi esta vez ya que a las ocho de la mañana estaba en mi puesto de trabajo resolviendo las diferentes incidencias ocurridas durante mi ausencia. El elevado volumen de trabajo atrasado no me permitió acudir al maset a comer las tradicionales "cassoles" como a la mayoría de la cuadrilla que por diferentes motivos fue mermando progresivamente conforme avanzaban las fiestas.
A mediodía rápida retirada de rodabalcones y otros elementos festeros y vuelta de nuevo al trabajo quedando, definitiva y bruscamente, inmerso de nuevo en la rutina diaria sin transición alguna entre fiesta y cotidianidad.

No hubo lugar para la melancolía en esta jornada ya que la urgencia de las tareas a solventar no dieron tiempo a que el sentimiento de resaca festera se apoderase de mi.

Quedarían ya para los días del cercano fin de semana el resto de tareas post-festeras como guardar trajes, visionar fotografías y videos de las pasadas fiestas e incluso escribir esta crónica que han tenido la cortesía de leer.
Como siempre quiero agradecer a mi familia y amigos el haber podido compartir estos días tan inolvidables con ellos. He tenido el placer de ver con ilusión como mis hijas participan cada vez con más intensidad de la fiesta. Agradecer a mi mujer como siempre el esfuerzo extra que cada año realiza cuidando de ellas para que yo pueda salir a más de un acto del que ella se tiene que privar.
Desear que el próximo año sigamos  todos juntos disfrutando de las fiestas de Sant Blai y esperar que pronto puedan hacerse realidad los cambios oportunos en la fiesta para que esta  pueda ser disfrutada por todos los Bocairentinos independientemente de donde vivan o trabajen .
Por último y como siempre pido al nuestro patrón Sant Blai que podamos reunirnos todos de nuevo a vivir juntos las próximas fiestas de 2015 que ya empiezan a nacer de las cenizas de las recién acabadas.
¡¡VITOL AL PATRÓ SANT BLAI!!

lunes, 11 de febrero de 2013

Festes de Moros i Cristians en honor a Sant Blai 2013


Cada año y desde hace ya unos cuantos, me marco el objetivo de contar mis vivencias en las pasadas fiestas de Moros y Cristianos en honor a Sant Blai.

Ya en la crónica del año pasado hacía especial hincapié en la inolvidable experiencia que supuso para mi la incorporación de mi hija a la fiesta, y este año pude repetir las magníficas sensaciones del pasado año, ya que el pasado mes Octubre volví a ser padre  de otra niña que, con tan solo seis días de vida fue dada de alta en la Filà Terç de Suavos durante la asamblea de Tots Sants.

Aunque, al ser tan pequeña no pensamos en principio en vestirla de festera, finalmente y ante el ofrecimiento de una amiga de la familia que nos facilitó un traje del tamaño adecuado, la pequeña de la casa pudo vestir el traje de “Suava” junto a sus padres y hermana por primera vez a la tierna edad de tres meses.

 Estas fiestas debido al hecho de tener dos criaturas pequeñas en casa, mi autonomía festera se ha visto bastante limitada , reduciendo mi participación en la fiesta a aquellos actos diurnos (salvo contadas excepciones) a los que podíamos acudir con nuestras hijas y siempre priorizando la atención a sus horarios y necesidades aun a costa de perder algún que otro acto.

Por eso me disculpo de antemano a los interesados en esta crónica si en algún momento no me extiendo demasiado en la descripción de ciertos actos o sucesos puesto que este año he centrado mis esfuerzos en la gratificante tarea de disfrutar de mis hijas siendo testigo de sus primeros pasos en la fiesta.

Día de les Caixes.

El hecho de comenzar la fiesta en Viernes, me permitió acabar mi jornada laboral  a mediodía , ahorrándome las prisas de otros años para poder acudir al acto de la retreta de “les Caixes”.

A pesar de que es un acto al que he procurado no faltar nunca, siempre lo he vivido como espectador. Nunca hasta este año me había hecho el propósito de participar con el “Farolet” y haciendo el recorrido. Fue la ilusión de acompañar a mi hija mayor, que a sus dos años empieza a disfrutar de los actos festeros, la que propició que farol en mano y cría al brazo acudiésemos a la plaza para tomar parte en la comitiva.

El primer Vítol al patró Sant Blai!! , seguido del redoble de las nueve “caixes” confirmando la presencia del sargento de cada una de las “filaes”, dio paso al pasacalle al que nos incorporamos para dar la preceptiva vuelta por el pueblo.

Tras un rápido paso por casa que nos permitió ver el castillo de fuegos de artificio desde los ventanales , mi mujer se quedó en casa con las dos niñas lo que me permitió a mi poder acudir a la cena de la Nit de Caixes en el maset de mi filà.

Cena distendida y con el maset lleno hasta la bandera por tratarse de Viernes por la noche. El fin de semana facilitó la asistencia masiva de festeros e invitados y así pasamos los primeros momentos de ambiente festero con todo el grupo de amigos del Terç de Suavos. Tras una corta sobremesa en el maset nos dirigimos a la punta del puente para desfilar este año en cuarto lugar.

El desfile transcurrió con unas temperaturas agradables más propias de otros meses que permitieron disfrutar de la noche a aquellos que pudieron alargar la jornada. Yo por mi parte en cuanto llegó mi escuadra a la plaza me tuve que retirar para echar una mano a mi mujer con las niñas ya que las músicas y el bullicio las tenían despiertas organizando un pequeño caos en casa.

Día de L’Entrà

Si alguna ventaja tiene tenerse que retirar pronto es el poderte levantar pronto al día siguiente y aprovechar el día.

Así pues el día de l’Entrà comenzaba este año para mi sobre las 8:30 de la mañana. Como nuestra intención era acudir con las dos niñas al acto matutino de las bandas en la plaza, necesitábamos bastante tiempo para vestir a toda la familia.

La más pequeña (y la más madrugadora) fue la primera en vestir el traje de “Suava” este año en casa. Ni que decir tiene que es para mi una satisfacción enorme el ver a mis hijas a su corta edad participar de la fiesta…este año he disfrutado como un crío solo viéndolas a ambas vestir el traje de festera y en especial viendo a la más mayor que a sus dos años ha disfrutado por primera vez conscientemente de la fiesta y se levantaba cada día pidiendo a voces su traje de “Suava”.

Es curioso como el poder vivir ciertas experiencias como esta hacen que unas fiestas sean totalmente plenas y satisfactorias a pesar de haber tenido que prescindir de asistir a más de un acto, grandes comilonas y cenas, salidas nocturnas y otros accesorios que antes formaban parte necesaria de la fiesta en mi mente.

Más de dos horas pasaron esa mañana hasta que los cuatro festeros de casa estuvimos preparados y  listos para acudir a la plaza.

Allí nos reunimos con varios amigos que en situación muy similar a la nuestra habían llevado a sus hijos para participar todos juntos del desfile.

Este año se habían introducido ciertos cambios en el acto matinal y había un concurso de bandas. Un speaker presentaba la banda y el director que iban a actuar así como la pieza a interpretar antes de cada actuación. A esto seguía la interpretación de la banda que para mi gusto ralentizaba en exceso la salida de cada filà  de la plaza.

El tiempo no pintaba tan benévolo como el día anterior y un aire helado incomodaba mucho la espera con los niños en la plaza hasta el punto que casi desistimos de esperar para participar en el desfile.

Finalmente sí esperamos y disfrutamos de ver a nuestras hijas con otros pequeños zuavos y zuavas, acompañando al banderín de la filà con el aire helado de acompañante pero con la sonrisa en la cara. Esto hizo que olvidásemos pronto la larga e incómoda espera en la plaza.

Me gustaría hacer una reflexión sobre un acto como este, en el que la participación de los niños es bastante nutrida. No se debería dilatar en exceso el arranque de las bandas ya que sobre todo los niños de las ultimas filàes en salir se pueden pasar más de una hora de plantón esperando. Se ha querido dar protagonismo a la música con el tema del concurso lo cual puede ser interesante , pero habrá que pensar en dar a los crios un acto adecuado en duración y horario dentro de nuestras fiestas para su exclusivo protagonismo y disfrute, ya que ellos son el futuro de la fiesta y a veces no reparamos en las esperas y temperaturas que les hacemos soportar.

Acabado el recorrido del pasacalle volvimos a casa sin asistir a la mascletá, que preferimos oír de lejos para tranquilidad de los pequeños.

Una vez acompañada la familia a casa me dirigí a comer al Riberet junto al resto de amigos de la cuadrilla. Este año era el primero que volvíamos al Riberet desde su reapertura y debo decir que nos prepararon un suculento menú donde destacaron unas frequísimas quisquillas y un sabroso arroz con bogavante que hizo las delicias de los comensales.

Tras la comida, vuelta a pasar por casa a recoger a mi mujer y a mi hija mayor, para acompañarlas hasta la carroza en la que íbamos a participar en la entrada junto con otros amigos. Por segundo año consecutivo habíamos alquilado una carroza para poder salir todos juntos con nuestras familias al desfile. Tras un pequeño lío a la hora de sentarnos que hizo que acabáramos distribuidos de forma algo incoherente, comenzó la entrada y pasamos un buen rato viendo a los niños disfrutar tirando golosinas y conffetti a diestro y siniestro.

Este año la filà saco  además de escuadras infantiles, ausentes en años anteriores, cuatro carrozas infantiles propias más la nuestra y la del Alférez que también estaba llena de  niños y amigos del mismo. Quiero pensar que no solo somos la filà más numerosa sino que también el futuro de la misma está garantizado viendo la gran cantidad de niños participantes.

La Capitana de la filà participó junto con su padre en  una espectacular carroza que figuraba un dragón y fue acompañada de diversas escuadras especiales de amigas y familiares.

Después de acabar nuestro recorrido merendamos unos bocadillos en el maset y volvimos rápidamente a casa para ver a nuestra hija pequeña que se había quedado a cargo de la abuela (benditas abuelas) para que pudiésemos salir.

Una vez todo en orden en casa me fui a casa de mi abuela para disfrutar desde sus balcones de lo que quedaba del desfile de l’Entrà.

La presencia de amigos y familiares en casa de mi abuela hizo que estuviese más pendiente de conversar con ellos que del propio desfile que pude contemplar en los escasos ratos en los que quedaba hueco en algún balcón. A diferencia de otros años el ser Sábado había llamado a gran cantidad de gente a venir a ver la entrada de moros y cristianos.

De lo poco que pude ver destacaría la capitanía de los “Marrocs” por la vistosidad de las escuadras del boato en las que participó más de un pariente mío amigos y familia de la capitana.

También destacar la participación en una carroza vestido de Mosquetero de uno de mis amigos de cuadrilla que al ser primo de la capitana de la filà, tuvo que mudar de atuendo para acompañarla en su capitanía. Aún así, siempre fiel a sus colores hizo doblete saliendo a la entrada también en la oficial de Zuavos.

La sombra de las dificultades económicas por las que pasa el país tuvo su reflejo en la entrada, ya que pese a ser sábado no finalizó demasiado tarde…En tiempos de bonanza recuerdo más de una entrada acabar casi a medianoche al caer en sábado. Las carrozas/camiones del final del recorrido brillaron por su ausencia y donde antes salían una media de 10/12 camiones este año se saldó con un solitario camión de la filà de Españoletos.

Acabado el desfile me dirigí a mi casa dando por finalizada la jornada festera.

Día de Sant Blai.

Aprovechando que mis hijas no madrugan demasiado mi primera intención era la de salir a la Diana y volver antes de que estas despertaran. Sin embargo finalmente no me resulto posible salir y contemplé la diana desde la ventana de mi casa.

Algunos de mis compañeros de cuadrilla pasaron desfilando y saludaron a la ventana con cierto cachondeo al verme pegado al cristal en batín y pijama.

Tras el cansancio y la excitación acumulada durante el día anterior, las niñas tardaron lo suyo en despertar dándonos tiempo a un tranquilo almuerzo en casa  y a una reparadora ducha.

Una vez mas el largo proceso de uniformarse convenientemente nos llevó gran parte de la mañana y una vez todos a punto nos fuimos a “les paraetes” a comprar unas fotos y algún juguetito a nuestra hija mientras hacíamos tiempo para asistir al saludo.

El agradable solecito que hacía junto al castillo, nos invitaba a esperar a nuestra filà allí mismo por lo que no subimos a la salida de la iglesia como era nuestra intención inicial.

Vimos pasar a Mosqueters, Marinos, Marrocs, Moros y Estudiantes y nos enganchamos al paso del Terç de Suavos para ir a la “picaeta” en el maset. Allí mi hija mayor disfruto como una loca acabando con todos los “cacaus” y “tramussos” a su alcance  y contaba eufórica en su jerga infantil todo aquello que le pasaba por la mente. Cada vez que sonaba la música se ponía especialmente contenta y  cuando paraban de tocar decía a gritos  “Ja s’ acabat!!” y  “…Ara tocaran mes…”.

Acabada las reservas nacionales de cacahuetes y altramuces no sin dificultades por nuestra parte, conseguimos convencerla para irnos a casa a comer.

Una vez en casa disfrutamos de el tradicional puchero de Sant Blai que cada año prepara mi suegra para celebrar como toca en la mesa el día de nuestro Patrón.

Para mí comida relámpago ya que, aunque mi mujer e hijas se quedaron en casa descansando, yo si pude asistir al Piquete en el que pude disfrutar de la compañía de mis compañeros de cuadrilla.

El desfile resultó agradable y como siempre divertido gracias a las ocurrencias de mis compañeros y a las obligatorias y alimenticias paradas en casa del capitán y del alférez.

Este año disfruté especialmente de la compañía de mis amigos en este acto ya que las distintas obligaciones familiares nos había mantenido algo dispersos durante todas las fiestas y fue en el piquete donde pudimos disfrutar de un verdadero ambiente de cuadrilla.

Finalizado el recorrido vespertino del piquete y casi sin parar a respirar, corrí hacia casa para dejar el arcabuz y a recoger a mi mujer y mis hijas con las que quería salir a la procesión.

Como la mas pequeñita de la casa estaba placidamente dormida con su traje de suava puesto, nos pareció un crimen sacarla de su sueño para llevarla a la procesión. Así que se quedo en casa con los abuelos y el resto de la familia nos dirigimos a la Iglesia para tomar parte en la procesión.

Mi hija mayor se empeño en llevar el cirio que habíamos comprado y en hacer el recorrido a pie, pero se ve que el ritmo le parecía lento y estiraba de mi mano con insistencia para que avanzásemos más aprisa. Cuando se cansó de caminar continuó el recorrido en mis brazos siempre atenta a la novedad que para ella suponía el acto. En un momento dado e imitando a uno de mis amigos que acababa de lanzar un Vítol!, la niña espontáneamente exclamó con todo el volumen que le permitió su vocecita un ‘Vítol i Vítol al patró Sant Blai, Vitoool!!’ teniendo lugar uno los momentos  para mí más graciosos y entrañables del acto.

Junto con nosotros otros amigos también participaron de la procesión con sus hijos en estos años en que el participar en el piquete en la procesión queda relegado para nosotros para poder disfrutar de nuestros hijos y familias en dicho acto.

Esperamos la entrada de Sant Blai en la plaza que entró precedido de la habitual liturgia creando una sucesión de actos, no por conocidos menos emocionantes.

El piquete entra abriendo camino. El guión con su escolta precede a los capitanes y alfereces y a los miembros de la junta de fiestas. Entra la Relíquia portada este año por festeros de la filà de Españoletos…y por fin aparece por la esquina recortando su imponente silueta contra l’arc la imagen de nuestro patrón Sant Blai. Lluvia de papelitos, ramillete de fuegos artificiales saliendo desde delante del “Campanar”..mas de mil voces aclamando al patrón. VITOL I VITOL AL PATRO SANT BLAI!!!. Aparición de la imagen del Santo en el castillo…y unos momentos en que yo viendo la carita de mi hija que desde mis brazos no pierde detalle entre contenta asustada y asombrada no puedo evitar acordarme de aquellos familiares que hoy no están y en como hubiesen disfrutado contemplando esta escena.

La comitiva retoma su marcha y nos quedamos con los críos en la plaza. La jornada ha sido larga y pesada para ellos y no podemos esperar a que baje la filà para ir al maset. Así que todos los allí presentes en la misma situación nos marchamos a casa para que los niños descansen después de una tarde tan intensa.

El día grande acaba en casa dando un bañito a las criaturas con la música de fondo de los Moros y los Contrabandistas pasando por delante de casa para ir al Maset.

Día de Moros y Cristians.

Otro día que empieza aprovechando el sueño de mis hijas para darme una ducha y desayunar tranquilamente. Entre levantarme tarde y lo largo del proceso de aseo y vestimenta anteriormente comentado empieza la batalla de arcabucería y comienzan a pasar por casa los primeros disparos.

Hasta ahí todo según lo previsto, pero de repente y mientras me tomaba un tazón de café con leche un estruendo enorme suena en la calle. Ostras!!!, eso no es un arcabuz, ni siquiera un mosquete!!..Cuantas cargas le han metido??.

Me asomo al balcón para descubrir como el responsable del impresionante disparo había sido un cañón plenamente funcional que disparaba bajo el mando de una cuadrilla de Zuavos muy amantes de la pólvora. La verdad es que como idea me pareció estupenda y la puesta en escena muy adecuada para una filà de corte tan militar como es la nuestra. La introducción del cañón amenizó el acto del disparo y reintrodujo un elemento de artillería que en tiempos pasados participaba siempre de la mano de los Españoletos y los Moros Viejos. Aprovecho para animar  desde aquí a las dos filaes que tradicionalmente han hecho uso del cañon a recuperar su uso funcional y felicitar a los Zuavos por atreverse a incorporar la artillería a nuestras filas dando el toque de originalidad y novedad a un acto que en los ultimas años se ve  amenazado por las restricciones legales con el uso de la pólvora.

Detrás de los disparos con la precaución necesaria nos dirigimos a la plaza para ver la embajada. Impecable interpretación de los embajadores y bonitos trajes los elegidos por ambos contendientes para desempeñar su cargo. Muy guerrero el del cristiano y totalmente negro y muy señorial el llevado por el embajador moro, nuestro amigo Fernando Vañó.

Acabada la embajada toda la familia al maset donde los niños campan a sus anchas. Ese día he quedado para comer con mi cuadrilla en el maset así que una vez acompañada a casa la familia, me vuelvo al maset de la filà para compartir mesa con algunos de ellos.

Mi hermano nos acompañará también en la comida ya a pesar de ser de otra comparsa mantiene vínculos de amistad con muchos de mis amigos y desea participar de nuestra compañía.

Menú sabroso pero sin pretensiones y tras una larga tertulia en la que se habla de temas tan dispares como la fiesta la política y la tauromaquia, nos dirigimos a les Coves a alargar la sobremesa y hacer tiempo para contemplar la embajada de la tarde.

Sobre las seis de la tarde dejo a mis compañeros en les Coves para volver a casa a recoger a mi familia. De nuevo nos dirigimos a la plaza para ver la embajada de la tarde que sigue el guión de costumbre.

Mi hija mayor se entretiene repitiendo según entiende las ultimas palabras de cada frase de la embajada  dando lugar a un rato muy cómico. También le llama mucho la atención la vistosidad de traje de contrabandista de su abuelo que la tiene en brazos durante todo el acto.

Presenciamos el entierro de la Mahoma y volvemos al maset donde se representa un sketch humorístico por parte de algunos miembros de la filà y mi hija hace sus primeros pinitos como cabo de escuadra con una especie de sable láser más grande que ella.

Tras acompañar a mi familia a casa y colaborar en el proceso de arreglar y acostar a las dos niñas aún me queda tiempo de salir a la calle para ver la retreta.

Me dirijo al Cancell para reunirme con otros amigos y con mi hermano que han cenado allí y juntos vemos la retreta.

Destacaría la participación de los Zuavos con un tren cargado de miembros de la filà. Los Marinos, sin duda los más originales que participaron con una góndola donde iban más de 160 personas ataviadas de gondoleros y Mosqueteros que fieles a su numerito anual se caracterizaron de las mozas de Gandia Shore con piscina, palmera y versión personalizada del GANGMAN STYLE. Destacar la actuación de uno de nuestros amigos bailaba caracterizado cual Ylenia de vía estrecha en medio de toda la tribu.

Tras el desfile me fui a casa dando por acabada la penúltima jornada de las fiestas.

Día del Sto Cristo.

El día del Santo Cristo amaneció este año con un agradable tiempo soleado que invitaba a la subida a la Ermita. Sin embargo nuevamente mis obligaciones familiares me hicieron desistir de la idea y pasar una mañana de fotos y “paraetes” con mi hija.

Después de un rato en la plaza jugando con la niña  y charlando con unos y otros, la gente comenzó a llenar la plaza para acudir a besar la reliquia de Sant Blai.

Reunidos con mi mujer y mi hija pequeña subimos a la Iglesia donde besamos la reliquia…(bueno más bien besé yo , porque a la cría parecía no hacerle demasiada gracia que un señor desconocido le arrimase a la boca un objeto de metal tan grande…).

Compramos un pin de Sant Blai de recuerdo para que cada una de mis hijas lo luciese en su traje de festera y dimos la vuelta al recorrido de rigor en dirección al Maset de los Zuavos.

Algunos de mis amigos ya habían tenido que regresar a sus puestos de trabajo y otros estaban a punto de hacerlo así que el ambiente estaba algo descafeinado.

Se planteó una comida en el maset a la que solo tres de mis compañeros pudieron asistir. Yo por mi parte me había comprometido a comer en casa para echar una mano y tampoco pude quedarme.

Una vez cumplidas mis obligaciones me acerque al maset para incorporarme a la sobremesa con la sorpresa de que de los tres que habían uno se iba a casa a cambiarse, el otro volvía a Valencia y el tercero tenía que acudir al Te Deum.

Ansioso por tener algo más de fiesta, me dirigí a les Coves esperando encontrar algo del ambiente que había la tarde anterior, pero mi gozo en un pozo….Me tome una tónica más solo que la una y esperé a ver el desfile de les “filaes” camino del monasterio de las monjas  esperando ver a aparecer a alguno de mis amigos.

Nada…finalmente parecía que todos estaban escondidos o habían llegado a su límite, así que visto lo visto opte por irme a casa hasta que el desfile posterior al cambio de bandas pasase por allí.

Tras un rato en casa, el desfile empezó en la punta del puente y bajé a la calle con mi mujer y mi hija para engancharnos al mismo.

En un primer momento ninguno de mis amigos apareció por allí y tentado estuve de no incorporarme al desfile. Finalmente recorridos unos metros empezaron a aparecer algunos amigos y conseguimos completar el mismo.

Destacable la actuación de uno de los hijos de un amigo que con menos de dos años se empeñó (y lo consiguió) en hacer el desfile entero a pie.

A los sones de “El Zuavo” ambos bloques de Zuavos y Zuavas mandados por el capitán y la Alferez 2014 recorrimos las calles principales del pueblo y pusimos punto final a la participación de la filà en las presentes fiestas.

Un ultimo refrigerio en el maset antes de retirarse a casa. Ni me plantee quedarme a ver la Cordà pese a que es un acto que disfruto de ver (no soy tan valiente para salir), ya que empezaba a tener una inusual sensación de cansancio algo extraña que me estaba apagando las ganas de fiesta.

Una vez en casa sentía la urgente necesidad de quitarme el traje y meterme en la cama cuanto antes, cosa rara en mi , que normalmente siempre trato de alargar el momento de acabar la fiesta…¿Habré pillado algo?

No fui testigo de la Cordà como digo pero según me contaron, fue concurrida por mucha gente de fuera que vinieron ex profeso a Bocairent por la peculiaridad del acto.

Día de L’Eixabegó

El diá de L’ Eixabegó no me levante con muy buen tono…una tos persistente había hecho mella en mi y me estaba fastidiando bastante.
Aún así consciente de que había que volver a la normalidad pasé la mañana recogiendo la casa, haciendo las compras necesarias en el supermercado y cumpliendo la promesa hecha a mi hija de llevarla a la feria que había instalada junto al instituto.

Mientras la niña disfrutaba de las atracciones , el aire frío se me clavaba en los oídos y cada vez mi sensación de no encontrarme bien se iba acrecentando.

Como pese a todo no quería quedarme sin ir a la tradicional comida del dia de l’Eixabegó, hice caso omiso a mi malestar y me dirigí al maset de los Zuavos para comer con mis compañeros.

Una vez allí conversamos los pocos que pudimos asistir sobre distintos aspectos de la fiestas, las anécdotas vividas etc y pudimos disfrutar de unas de las cazuelas más sabrosas que yo recuerdo haber comido en la filà.

Recién acabada la comida mi malestar se fue haciendo más evidente y decidí poner punto final a la fiesta 2013 sin darme tiempo a la melancolía o al recorrido en familia de “paraetes”, castillo u otros ítems festeros como otros años.

Como podréis imaginar la intensa temporada de Gripe de este año tuvo en mi a una de sus víctimas y aún hoy casi una semana después sigo aguantando pacientemente alguna de las molestias de tan molesto virus.

Aún así y a pesar del vírico final, estas han sido unas fiestas especiales para mi.

He podido disfrutarlas con mi familia y amigos , agradecer a todos los que las han vivido conmigo la compañía..sin cuadrilla no hay fiesta. Dar las gracias especialmente a mi mujer que ha redoblado su esfuerzo con nuestras hijas para que yo pudiese salir a muchos actos aún a costa de no hacerlo ella y en especial a mis pequeñas hijas que me han proporcionados un sinfín de emotivos momentos que no tienen precio.

Ahora nos queda como siempre por estas fechas recordar las fiestas pasadas y empezar a soñar con las de 2014 que en pocas semanas comenzaran con el primer “panellet”.



VÍTOL AL PATRÓ SANT BLAI!!!